Un chofer, David Concepción. Un escolta, Omar Vizquel. Y, un anfitrión, Luis Aparicio. Todos al servicio de un solo hombre, el homenajeado en el día de La Chinita, Magglio Ordóñez.
En un chevrolet blanco, del año 57, la cofradía de campocortos venezolanos paseó por el diamante de juego del Luis Aparicio "El Grande", a Ordóñez, el grandeliga venezolano que en 2007 registró la mejor temporada en las mayores.
Salieron por debajo de las gradas del jardín izquierdo; ahí donde el intenso sol marabino hacía que Vizquel, quien vestía con un holgado pantalón negro con rayas blancas y camisa verde, pidiera incesantemente agua, al igual que Ordóñez.
Concepción, el cinco veces ganador del Guante de Oro, conducía el clásico vehículo; a su mano derecha, su discípulo número uno, Vizquel, lo acompañaba. Mientras que en el asiento posterior iban saludando a los aficionados Ordóñez y el único Salón de la Fama venezolano, Luis Aparicio, quien un día como ayer hace 54 años debutó como jugador profesional, tras recibir de su padre el guante y heredar el shortstop.
Cuando llegaron al home, luego de recorrer el terreno de juego, las cuatro emblemáticas figuras del beisbol fueron asediadas por fotógrafos y aficionados, que lograron romper los cercos de seguridad.
"Es un gran orgullo estar aquí compartiendo con los tres mejores campocortos que hemos tenido", dijo Ordóñez, quien recibió el premio Luis Aparicio, que reconoce al criollo con el mejor rendimiento en las Grandes Ligas, de forma unánime. Él conquistó este año el titulo de bateo de la Liga Americana (.363) y se convirtió en el segundo venezolano que lo logra, el primero fue Andrés Galarraga, en 1993. Mientras tanto Concepción, Aparicio y Vizquel saludaban a los aficionados y firmaban autógrafos.
"Él será el próximo Salón de la Fama venezolano
En un chevrolet blanco, del año 57, la cofradía de campocortos venezolanos paseó por el diamante de juego del Luis Aparicio "El Grande", a Ordóñez, el grandeliga venezolano que en 2007 registró la mejor temporada en las mayores.
Salieron por debajo de las gradas del jardín izquierdo; ahí donde el intenso sol marabino hacía que Vizquel, quien vestía con un holgado pantalón negro con rayas blancas y camisa verde, pidiera incesantemente agua, al igual que Ordóñez.
Concepción, el cinco veces ganador del Guante de Oro, conducía el clásico vehículo; a su mano derecha, su discípulo número uno, Vizquel, lo acompañaba. Mientras que en el asiento posterior iban saludando a los aficionados Ordóñez y el único Salón de la Fama venezolano, Luis Aparicio, quien un día como ayer hace 54 años debutó como jugador profesional, tras recibir de su padre el guante y heredar el shortstop.
Cuando llegaron al home, luego de recorrer el terreno de juego, las cuatro emblemáticas figuras del beisbol fueron asediadas por fotógrafos y aficionados, que lograron romper los cercos de seguridad.
"Es un gran orgullo estar aquí compartiendo con los tres mejores campocortos que hemos tenido", dijo Ordóñez, quien recibió el premio Luis Aparicio, que reconoce al criollo con el mejor rendimiento en las Grandes Ligas, de forma unánime. Él conquistó este año el titulo de bateo de la Liga Americana (.363) y se convirtió en el segundo venezolano que lo logra, el primero fue Andrés Galarraga, en 1993. Mientras tanto Concepción, Aparicio y Vizquel saludaban a los aficionados y firmaban autógrafos.
"Él será el próximo Salón de la Fama venezolano
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